61-Vamos a volver al Señor:
él nos despedazó y nos sanará,
nos hirió y nos vendará la herida.
2En dos días nos hará revivir,
al tercer día nos restablecerá
y viviremos en su presencia.
3Esforcémonos por conocer al Señor:
como la aurora es puntual su salida;
vendrá a nosotros como la lluvia,
como aguacero que empapa la tierra.
4-¿Qué haré de ti, Efraín: qué haré de ti, Judá?
Vuestra lealtad es nube mañanera,
rocío que se evapora al alba.
Por eso los maté con las palabras de mi boca,
los atravesé con mis profetas
y mi sentencia brilla como la luz.
6Porque quiero lealtad, no sacrificios;
conocimiento de Dios, no holocaustos.
Llevo cuenta de sus maldades
7Ellos en la tierra quebrantaron mi alianza,
allí me hicieron traición.
8Galaad es villa de malhechores,
con huellas de sangre.
9Como bandidos al acecho
se confabulan los sacerdotes;
asesinan camino de Siquén,
perpetran villanías.
10En la casa de Israel he visto algo espeluznante:
allí se prostituye Efraín, se contamina Israel.
11(También para ti, Judá, está la siega preparada).
Explicación.
6,1-3 Las palabras del pueblo suenan a conversión sincera. El remedio está en el Señor: fe, él nos remediará: esperanza; viviremos en su presencia: enmienda. Sin embargo, el profeta descubre la falsedad de tal discurso. Más que conversión sincera, es cálculo, seguridad presuntuosa que somete al Señor a ritmos y módulos cósmicos. El Señor -piensan- es como la aurora: puntual e inevitable; como la lluvia que acude a la cita con sus dones. El Señor es perfectamente previsible, y el hombre puede controlar el mecanismo de la reconciliación.
Vivir en su presencia es gozar de su favor o proceder a su agrado. Los tres días: véase en 2 Re 20,5.8 la curación de Ezequías. A la luz del NT el verbo qwn se leerá como "resucitar". Quizá sea 3c duplicado de 5c.
6,4-6 Es como si en el Señor sobreviniera un momento de indecisión: ¿cede o resiste? Hasta que responde repitiendo y retorciendo palabras e imágenes usadas por el pueblo. En el orden agrario, son ellos como rocío o nube: no fecundos, sino pasajeros; esperaban la aurora de Dios, y llegará, para sentenciar; querían que vendase, y hiere, pedían vida, da muerte.
Concluye con una frase lapidaria. La lealtad aquí tiene por término al Señor. Mt 9,13 la cita aplicándola a las relaciones humanas.
6,7-7,2 Primer ejemplo de falta de lealtad. Referida a Dios se puede llamar prostitución, falsedad, hacer traición, quebrantar la alianza. Referida a los hombres, engloba actitudes y acciones criminales. Y son los sacerdotes -de Betel- los directores de tales desmanes. En esas condiciones el perdón es imposible, porque falta la conversión auténtica, los culpables se hacen ilusiones (Sal 36,3); y en el acto de una posible reconciliación, queda más patente la condición pecadora. ¿Habrá una serie de alusiones sutiles a tradiciones patriarcales? ´qb Jacob, dam Edom (Esaú), Galaad gal´ed (Gn 31,47), ladrón (Gn 31,19-39), Siquén la traición, Betel.
6,7 El hebreo dice "como Adán" o "al modo humano". El contexto parece pedir una localización, por lo que muchos corrigen y leen "en la tierra" sin más precisiones, o "en Adama", localidad en el valle del Jordán.
6,8 Galaad es aquí nombre de una villa.
6,9 El primer verso es muy dudoso. Lo interpreto a la luz de Is 1,23 "socios de bandidos" y Jr 7,11 "cueva de bandoleros".
6,10 El hebreo dice "en la Casa de Israel". Por la abundancia de localidades, muchos corrigen en Bet-el o "en el templo de Israel", denunciado como idolátrico por la estatua del toro.
6,11 Parece glosa la mirada oblicua a Judá (cfr. Jl 4,13).
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