viernes, 21 de agosto de 2015

OSEAS. ÍNDICE.

OSEAS. CAPÍTULO 14.

141Samaría pagará la culpa
de rebelarse contra su Dios:
los pasarán a cuchillo,
estrellarán a las criaturas,
abrirán en canal a las embarazadas.

Conversión (Jr 3,14-22)

2Conviértete, Israel, al Señor, tu Dios,
que tropezaste en tu culpa.
3Preparad vuestro discurso
y convertíos al Señor; decidle:
"Perdona del todo nuestra culpa;
acepta el don que te ofrecemos,
el fruto de nuestros labios.
4Asiria no nos salvará,
no montaremos a caballo;
no volveremos a llamar dios nuestro
a las obras de nuestras manos;
en ti encuentra compasión el huérfano".
5Curaré su apostasía,
los querré sin que lo merezcan,
mi cólera ya se ha apartado de ellos.
6Seré rocío para Israel:
florecerá como azucena
y arraigará como álamo:
7echará vástagos, tendrá la lozanía del olivo
y el aroma del Líbano;
8volverán a morar a su sombra,
revivirán como el trigo,
florecerán como la vid, serán famosos
como el vino del Líbano.
9Efraín, ¿qué tengo yo que ver con las imágenes?
Yo contesto y miro. Yo soy abeto frondoso:
de mí proceden tus frutos.

Epílogo

10Quien sea sabio que lo entienda,
quien sea inteligente
que lo comprenda.
Los caminos del Señor son llanos,
por ellos caminan los justos,
en ellos tropiezan los pecadores.

Explicación.

14,1 El castigo será la victoria de la muerte: no sólo sobre los soldados caídos en campaña, sino alcanzando a los comienzos de la vida: las criaturas desvalidas, los vientres embarazados (IS 13,18)

14,2-9 Con todo, la matanza no es lo último. El puesto que ocupaban 2,16-25 y 11,8-11 en sus respectivas unidades lo ocupa este final en la tercera parte y en el libro entero. Por eso no es casual que se abra con una llamada a la conversión y se cierre con la garantía de los frutos. El desarrollo es lineal: invitación a convertirse (2), discurso del reo convicto y arrepentido (3-4), perdón y curación (5), y así Efraín florece y da fruto (6-8); diálogo final (9).

         Atraviesan el texto dos elementos conductores: la raíz shwb con derivados (2a.3a.5ab.8a), y paronomasias del nombre de Efraín. Del primero resulta el siguiente sentido: la "apostasía" se tiene que transformar en "vuelta", así "se apartará" la ira del Señor, y el pueblo "volverá y habitará".

14,3 "Fruto de los labios" (con leve corrección) es la confesión del pecado (Sal 50, 14.23).

14,4 Es una abjuración: de las alianzas políticas y de la idolatría. Establece una oposición radical entre "las obras de nuestras manos" y el Dios de Israel. Las primeras, sean instituciones o imágenes idolátricas, son despiadados en exigir, impotentes en auxiliar. El Señor es salvador porque se compadece con los débiles.

14,5 Es el gozne del oráculo, que marca el cambio de dirección: la victoria del amor sobre la cólera, cerrando una serie: 3,1; 4,18; 8,9; 9,1.10.15; 10,11; 11,1.4; 12,5.

14,6-9 La coincidencia con temas y expresiones del Cantar de los cantares es llamativa: perfume, vino, azucena, ciprés (Cant 1,17), frondoso (Cant 1,16), sentarse a la sombra (2,3), rocío (5,2), florecer (6,11; 7,3).

14,9 Es dudosa la asignación de frases en este breve diálogo. La última frase la pronuncia el Señor. Gracias a él cumplirá Efraín el destino inscrito en su nombre.

14,10 Colofón probablemente añadido por el compilador del libro. Su lectura puede resultar extraña o difícil, exige un esfuerzo de comprensión y una actitud correcta. La palabra profética invita y desafía al hombre.

OSEAS. CAPÍTULO 13.

8. Síntesis histórica. 


131Efraín hablaba e imponía,

la autoridad estaba en Israel;
pero se hizo reo de idolatría y murió.
2Y ahora continúan pecando:
se funden imágenes,
se hacen ídolos de plata con destreza,
obras de pura artesanía.
En su honor inmolan corderos,
les dan a beber sangre de novillos.
3Por eso serán nube matutina,
rocío que al alba se evapora,
tamo arrebatado de la era,
humo por la chimenea.
4Pero yo soy el Señor, Dios tuyo desde Egipto,
no conocías a otro dios que a mí,
ningún salvador fuera de mí.
5Yo te conocí en el desierto,
en tierra abrasadora.
6Yo los apacenté y se hartaron,
se hartaron y se engrió su corazón,
y así se olvidaron de mí.
7Seré para ellos como leopardo, los acecharé
como pantera en el camino,
8los asaltaré como una osa a quien roban las vrías
y les desgarraré el pecho;
allí los devoraré como un león,
las fieras los descuartizarán.
9Si yo destruyo, Israel, ¿quién te auxiliará?,
10¿dónde está tu rey para salvarte?,
¿y los alcaldes de tus ciudades?
Tú me los pediste:
"Dame rey y príncipe".
11Airado te di un rey, y encolerizado te lo quito.


Pecador de nacimiento



12La culpa de Efraín está registrada,

está archivado su pecado.
13Cuando su madre estaba con dolores,
fue criatura torpe,
que no se puso a tiempo
en la embocadura del alumbramiento.
14¿Los libraré del poder del Abismo,
los rescataré de la Muerte?
¡Qué plagas las tuyas, oh Muerte,
qué pestes las del Abismo!
El consuelo se aparta de mi vista.
15Aunque frutifique entre carrizos,
vendrá el solano, viento del Señor,
subiendo del desierto,
y secará su fuente, agotará su manantial;
se llevará sus tesoros, sus enseres preciosos.


Explicación.



13,1-11 Comienza y termina con el tema de la autoridad. Podemos identificar a Efraín con la tribu dominante en el reino septentrional, o bien, guiados por el v.11, con el rey fundador, Jeroboán I. El impuso la "autoridad" de su dinastía, pero inauguró la "idolatría" entronizando los novillos en Dan y Betel; eso que habían reconocido a Yhwh como su Dios.


           La instauración de la monarquía y el cisma lo concedió el Señor movido de ira por los pecados cometidos por Salomón. El pecado ha ido creciendo, y en proporción crecerá el castigo, contra el cual nada podrán rey ni gobernantes.

13,1 Es el pecado original del reino septentrional.

13,2c Corregido. A la letra suena así: "A ellos les hablan sacrificando hombres, besan los novillos": posible alusión a sacrificios humanos y al rito de adoración.

13,3 Recoge y cambia 6,4b. Síntesis imaginativa de lo celeste, campestre y doméstico.

13,4-5 Las dos menciones del verbo "conocer" son correlativas, equivalen a la alianza. El pueblo conoce-reconoce a Yhwh como su único Dios, Yhwh conoce-elige a Israel como pueblo suyo.

13,6 Pecado de ingratitud, como el de Dt 32,15. Consecuencia del bienestar, como en Dt 8.

13,7-8 El Señor se transforma y desdobla en cuatro fieras que no dejan escapatoria.

13,9-10 De filisteos y otros enemigos humanos pueden salvar los jueces o el rey. Si el enemigo es el Señor, ¿quién podrá salvar? El rey será la primera víctima.

13,12-14,1 En un marco que cierran pecado y reato se presentan dos imágenes rápidas de fecunidad, en el mundo humano y en el vegetal. Entre las dos componen la correlación de culpa y castigo. Dios solo podría salvar de la muerte, enfrentándose con su poder (dt 32,39); pero la rebeldía de Israel ha desencadenado los agentes humanos de ese poder fatal, y Dios dejará desarrollarse los sucesos con sus consecuencias.

           Un día el niño nace, sin su colaboración responsable. Llega un momento histórico en que un hombre o un pueblo pueden renacer responsablemente: conociendo la hora, ocupando a tiempo el puesto justo. Así los dolores de la madre no resultan vanos. De lo contrario, el comienzo de la vida coincide con la victoria de la muerte (Job 10,19). Si el hombre se resiste a la vida, ¿tendrá Dios que enfrentarse a solas con la Muerte?

          Oseas nos ha dejado en estos versos un símbolo riquísimo que autores del AT y del NT se encargarán de explotar.

13,12 El verso tiene valor sintético de recapitulación: ´awon 4,8; 5,5; 7,1; 8,13; 9,7.9; 12,9; ht´4,7s; 8,11.13; 9,9; 10,9; 12,9.

13,14 Leemos el verso como interrogación, a semejanza de 6,4 y 11,8. La respuesta dentro del texto es negativa. Autores posteriores suprimieron el tono de interrogación y convirtieron la frase en afirmación maravillosa: Dios vencerá definitivamente la muerte: puede verse 1 Cor 15,55; 2 Tim 1,10; Ap 20,14; 21,4.

           El verbo "rescatar" es particularmente grave cuando se trata de homicidio (Nm 35): ¿quién rescatará - vengará la muerte de un hombre? (cfr. Job 16,18 y 19,25). La frase siguiente se puede leer como exclamación y como pregunta.

13,15 Imagen paralela, coherente, en el campo de la fecundidad, con las oposiciones radicales de riego y desierto, fruto y esterilidad. El viento del Señor puede penetrar hasta lo subterráneo y entrañable, (Sal 139,15) hasta secar la fuente de la vida (Lv 12,7; Prov 5,15.18).

jueves, 20 de agosto de 2015

OSEAS. CAPÍTULO 12.

121Efraín me rodea de mentiras,
y de engaños la casa de Israel
(Judá es el rebaño, el pueblo del Señor
se mantiene fiel al Santo).
2Efraín se apacienta de viento,
va detrás del solano todo el día,
hace acopio de embustes funestos.
Hace alianza con Asiria,
envía aceite a Egipto.

7. Jacob, adulto (Gn 25,26; 32,26-32)

3El Señor entabla pleito con Israel
para tomar cuenta a Jacob de su conducta,
para darle la paga de sus acciones.
4En el vientre suplantó a su hermano,
5siendo adulto luchó contra Dios,
luchó con un ángel y lo venció.
Lloró y alcanzó misericordia;
en Betel lo encontró y allí habló con él:
6"El Señor, Dios de los ejércitos,
su nombre es El Señor".
7Y tú, conviértete a tu Dios,
practica la lealtad y la justicia,
espera siempre en tu Dios.
8Canaán maneja balanza falsa, le gusta estafar.
9Efraín dice: "Ya soy rico,
me he allegado una fortuna";
pues sus ganancias no le llegarán
para la culpa que cometió.
10Yo soy el Señor, Dios tuyo desde Egipto;
otra vez te haré habitar en tiendas,
como en los días de romería.
11Yo hablé por los profetas,
yo multipliqué las visiones
y hablé por los profetas en parábolas.
12............................*
en Guilgal sacrificaban al Toro
y sus altares eran como majanos
en los surcos del campo.
13Jacob huyó al campo de Siria,
Israel se puso a servir por una mujer,
por una mujer guardó ganado.
14Por medio de un profeta,
el Señor sacó a Israel de Egipto
y por medio de un profeta lo guardó.
15Efraín lo irritó amargamente:
el Señor descargará sobre él sus crímenes
y le devolverá su injuria.

Explicación. 

12-14 Forman la tercera y última parte de un libro bien construido con materiales originales del profeta. Coincide con las partes precedentes en la estructura genérica: comienza por un pleito (12,3), lo desarrolla con denuncia de pecados y recuerdos históricos (12,3-14,1), concluye con oráculo de restauración (14,2-9).

12,1-2 Leemos estos versos como introducción que sitúa lo que sigue en el terreno de la deslealtad, especialmente en forma de alianzas políticas. La mención de Judá parece adición, como las otras del libro; su texto está mal conservado. "Pacer viento" es llenarse el estómago de aire que no alimenta; perseguir el viento es empresa desatinada, que puede desencadenar su poder destructor. "Mentira y destrucción" es una mentira que resultará funesta. "Envía aceite" como prenda para concertar un pacto.

12,3 Israel = Jacob denomina en este oráculo al reino septentrional. Por ser Israel también nombre de la comunidad ideal, no fue difícil aplicarlo más tarde a Judá. El pleito se anuncia con su desenlace condenatorio.

12,4-5 Pecador de nacimiento y traidor de nombre, según las tradiciones de Gn 25, 26 y 27,36. De niño se las hubo con su hermano, de adulto quiso medirse con Dios, según Gn 32,23; Jacob aparece vencedor y vencido: luchó y Dios le pudo, pero tambíén él le pudo; consiguió gracia, pero llorando. ¿No será una lección para el presente? Jacob buscó a Dios y lo encontró en Betel, donde estaba citado (Gn 28,11-22 y 35,9-15); el Israel presente busca en Betel un ídolo inerte y mudo.

12,6-7 Sean o no adición, estos versos se leen aquí como intento de actualizar la invocación del patriarca y el encargo de Dios. La invocación suena como fórmula litúrgica. El encargo de "volver" a la tierra (Gn 28,15) se transforma en "volver a tu Dios"; mientras que al "guardar" de Dios (Gn 28,15) responde el guardar la justicia. Finalmente, la "esperanza" es la respuesta que exigían las promesas del Señor.

12,8-9 Efraín lleva el nombre infamante de Canaán (cfr Gn 9,25-27), pueblo de mercaderes tramposos (Ez 16,29); se puede pensar en el enriquecimiento astuto de Jacob en casa de Labán ((Gn 30,43). Se añade la confianza arrogante en las riquezas. Algunos piensan que el v.9b lo pronuncia Efraín, protestando inocencia en sus negocios.

12,10-15 Estos versos presentan dificultades notables de interpretación, por un verso ininteligible (12a) y por el sistema de referencias. Para orientarnos, tengamos en cuenta que el autor superpone tres planos: orígenes de Israel en el patriarca, orígenes a la salida de Egipto, el Israel actual. En un primer momento, el pasado justifica el castigo próximo; en un segundo momento puede invitar a la esperanza.

12,10 La salida de Egipto recuerda la alianza y la entrega exclusiva al Señor. La etapa del desierto se celebra en la alegre romería de la fiesta de las Chozas (Dt 16,13-15). Pues bien, por haber quebrantado la alianza en la tierra, tendrán que volver al desierto (2,16) y el rito gozoso se convertirá en amarga realidad.

12,11 Los profetas actualizaban las exigencias de la alianza. La última expresión, "parábolas", es dudosa.

12,12 No sabemos a qué hechos se refiere. Una traducción conjetural de la primera frase: "si en Galaad hubo fraude, ellos fueron engaño". *Ininteligible.

12,13 El paralelismo permite esta vez colocar a las dos mujeres. Gn 30.

12,14 Este profeta es Moisés: véase Dt 18,15.

OSEAS. CAPÍTULO 11.

6. La niñez de Israel (Ex 4,23)

111Cuando Israel era niño, lo amé,
y desde Egipto llamé a mi hijo.
2Cuanto más lo llamaba, más se alejaba de mí;
ofrecían sacrificios a los Baales
y quemaban ofrendas a los ídolos.
3Yo enseñé a andar a Efraín
y lo llevé en mis brazos,
y ellos sin darse cuenta de que yo los cuidaba.
4Con correas de amor los atraía,
con cuerdas de cariño.
Fui para ellos como quien alza
una criatura a las mejillas;
me inclinaba y les daba de comer.
5Pues volverá a Egipto, asirio será su rey,
porque no quisieron convertirse.
6Irá girando la espada por sus ciudades
y destruirá sus cerrojos;
por sus maquinaciones devorará a mi pueblo,
7propenso a la apostasía.
Aunque invoquen a su Dios,
tampoco los levantará.
8¿Cómo podré dejarte, Efraín;
entregarte a ti, Israel?
¿Cómo dejarte como a Admá;
tratarte como a Seboín?
Me da un vuelco el corazón,
se me conmueven las entrañas.
9No ejecutaré mi condena,
no volveré a destruir a Efraín;
que soy Dios y no hombre,
el Santo en medio de ti
y no enemigo devastador.
10Irán detrás del Señor, que rugirá como león;
sí, rugirá y vendrán temblando
sus hijos desde occidente,
11desde Egipto vendrán temblando como pájaros,
desde Asiria como palomas,
y los haré habitar en sus casas
-oráculo del Señor-.

Explicación.

11,1-11 El poema del amor paternal de Dios, con rasgos maternales, es paralelo del poema del amor conyugal: se completan y relativizan. Coinciden en la quiebra paradójica del esquema: cuando todo parece perdido, por la resistencia de la esposa / del hijo, el amor invencible de Dios lo salva todo. Encontramos el tema de la paternidad en textos narrativos y proféticos: Ex 4,23; Dt 8,5; 32,6; Is 1,2; 30,9; Jr 3,4.19-22; 4,22; 31,9.20. El poema está encerrado en una inclusión mayor.

11,1 La historia se remonta al origen en Egipto: antes de la monarquía y del cisma. Amar es el primer verbo, el motor de todo (cfr. Jr 31,3). Mt 2,15 aplica a Jesús niño la frase de Oseas.

11,2 La llamada se repite en el Sinaí y en Canaán; en ambos lugares el pueblo es rebelde.

11,3-4 Escena doméstica en rasgos de contenida emoción. El texto hebreo dice "con cuerdas humanas", como oponiéndose a las usadas para animales y carros (is 5,18). Es un paralelismo sugestivo, "hombre y amor"; pero en el v.9 Dios dice que no es hombre. Por eso algunos corrigen y leen "cariño".
         En "fui para ellos " puede resonar el nombre de Yhwh. "Criatura": cambiando la vocalización para mantenernos en el contexto imaginativo.

11,5 Llega el límite de la paciencia: ante la contumacia del que no quiere volver = convertirse, se hace necesario volver al comienzo, volver a Egipto (8,13; 9,3). Que en las tradiciones del éxodo significa desandar la historia y cancelar la liberación.

11,6-7 La sentencia está justificada y se ejecutará sin escapatorias. Ni los proyectos humanos les pueden valer, ni la invocación a "su Dios" (Baal, el novillo). El texto presenta algunas dificultades. En vez de "maquinaciones", una variante lee "fortalezas".

11,7 Jr 2,28.

11,8 Pronunciada la sentencia inapelable y ya en marcha la ejecución, sucede algo inesperado: un arrebato de amor en Dios mismo, expresado en una especie de monólogo en voz alta. Con singular fuerza suena el verbo hpk = invertir, volcarse. Es el verbo clásico de la subversión de Sodoma y Gomorra, Admá, Seboín y Zoar. Sucede una subversión al revés, en el corazón de Dios. "Entrañas": corrigiendo el texto para mantener el paralelismo.

11,9 Un hombre cedería a la cólera, provocada una y otra vez, se desligaría de un pacto quebrantado por la otra parte. Dios no está condicionado por la conducta humana: su santidad se puede manifestar perdonando, convirtiendo y salvando. La última frase es dudosa; otra interpretación: "no quiero arrasar".

11,10-11 Así será posible y se realizará la gran vuelta desde Egipto: primero personal, hacia el Señor, después material, a sus casas. El Señor lanza un rugido que atraviesa las distancias. Es una llamada terrible y magnífica: aunque hace temblar, no ahuyenta, sino que atrae. El pueblo sentirá a la vez el atractivo irresistible del Señor y el temblor por la propia conducta. Con esta síntesis paradójica se realiza el retorno.

           "Oráculo del Señor", expresión ajena a este libro, parece señalar el final de la segunda parte.

OSEAS. CAPÍTULO 10.

3. En la tierra: vid frondosa (Is 5,1-7; Ez 15; Sal 80)

101Israel era vid frondosa, daba fruto:
cuanto más fruto, más altares;
cuanto mejor iba el país, mejores estelas.
2Tienen el corazón dividido, y han de pagarlo;
él desnucará sus altares, arrasará sus estelas.
3Sí, ya pueden decir: "No tenemos rey,
no respetamos al Señor;
el rey, ¿qué puede hacernos?".
4Hablan y hablan, juran en falso, firman alianzas;
florecen los pleitos como la cizaña
en los surcos del campo.
5Los vecinos de Samaría tiemblan
por el novillo de Betavén,
el pueblo y los sacerdotes
hacen duelo a su Dios,
se revuelcan porque su gloria
ha marchado al destierro:
6se la llevan a Asiria como tributo a su dios.
La vergúenza se adueña de Efraín,
Israel se avergüenza de su plan.
7Samaría y su rey desaparecen
como astillas que se lleva el agua.
8Son destruidos los altozanos idolátricos,
el pecado de Israel.
Cardos y abrojos crecen en sus altares,
gritan a los montes: "¡Cubridnos!",
y a los collados: "¡Aplastadnos!".

4. En Gabá

9Del tiempo de Gabá arranca el pecado de Israel;
allí me hicieron frente;
¿no los sorprenderá en Gabá la guerra?
10Contra los malvados
he venido para aprisionarlos,
los pueblos se reunirán contra ellos,
aprisionándolos por su doble culpa.

5. En la tierra: novilla de labranza

11Efraín es una novilla domesticada
que trilla con gusto;
pero yo echaré el yugo a su hermoso pescuezo,
engancharé a Efraín para que are,
a Jacob para que labre la tierra.
12Sembrad según justicia, cosechad con lealtad,
roturad vuestro barbecho,
que estáis a tiempo de buscar al Señor,
hasta que venga y os dé la lluvia conveniente.
13Arasteis maldad, cosechasteis crímenes,
comisteis el fruto de la alevosía.
Por confiar en tu poder,
en la multitud de tus soldados,
14clamor de guerra se alzará contra tu pueblo;
tus fortalezas serán arrasadas,
como arrasó Salmón a Bet Arbel;
cuando la batalla,
estrellaron a la madre con los hijos.
15Así harán con vosotros, Betel,
por vuestra maldad consumada.
De amanecida desaparecerá el rey de Israel.

Explicación.

10,1-8 Se van entrelazando con calculada correspondencia pecado y castigo, enmarcados por el beneficio inicial y el grito de fracaso final. Tema dominante son los cultos idolátricos y del "novillo" de Betel.

10,1 La imagen de la vid se hará tradicional: Is 5,1-7; Ez 15; Sal 80 etc. Responde a la época de Jeroboán II, como ciclo de lo múltiple a lo múltiple: a más propiedad más altares, contando que a más altares más prosperidad.

10,2 No es multiplicación, sino división: los muchos santuarios responden a un corazón dividido, contra Dt 6,4. Con esa división incurren en reato: cuanto más altares, más deudas. "Desnucar" parece metáfora de romper los cuatro salientes angulares de los altares, garantía de su consagración y su virtud sagrada.

10,3 Es dudoso el tono con que se pronuncia la primera frase: ¿desolación o triunfo? Por el paralelismo y por el contexto, optamos por lo segundo. Negada la autoridad del Señor y del rey, cada uno "hace lo que quiere" (Jue 17,6; 21,25); sin trabas divinas ni humanas, reina la inmoralidad en las relaciones civiles.

10,4 Entre la pluralidad de significados de mispat el contexto pide algo negativo. En los surcos del campo, lugar de la fertilidad, pululan plantas venenosas que envenenan la vida ciudadana.

10,5-6 El novillo de Betavén (deformación de Bet-El) es la imagen del Señor entronizada en el templo nacional por Jeroboán I (1 Re 12) y venerada por la población. En su honor se celebran cultos ilegítimos, fomentados por los sacerdotes cismáticos. En concreto, un duelo como por una divinidad que muere y resucita (Baal, Tamuz, Adonis). En castigo, el rito se volverá realidad: tendrán que llorar por "su dios" impotente y desterrado, por su propio engaño y fracaso. El ídolo será llevado como tributo o trofeo a la corte imperial.

10,8 Al grito de triunfo hace eco un grito desesperado: mejor morir en una catástrofe natural, a manos del Señor, que a manos del ejército enemigo. Por lo que tiene de desesperado y final, el grito lo recogen Lc 23,30 y Ap 6,16.

10,9-10 El crimen de Gabá es probablemente el narrado en Jue 19, que provocó la guerra civil contra la tribu de Benjamín. Si es válida la hipótesis, el pecado original de Israel es anterior al cisma y la monarquía; fue un delito de lesa humanidad. La situación se prolonga, y ahora es una coalición de pueblos a la que ataca a Israel. Como el Señor "vino" a Egipto para liberar al pueblo, así ahora viene a "apresarlos"; o, según las versiones, "a darles una lección".

10,11-15 Una nueva comparación animal introduce un desarrollo en términos agrarios. La novilla domesticada = Efraín, sometida al yugo = ley, trabajará para producir buenos frutos = conducta. En 4,16 aparecía como "vaca brava". Entrando en Canaán, Jacob = Israel se hace labrador, el Señor lo encamina al trabajo productivo. Israel ha hecho lo contrario (13): se ha dedicado más al poderío militar (13), que será su fatalidad (14).

10,12 Contiene varias expresiones de doble sentido. Sembrar según justicia, ateniéndose a las normas del oficio (Is 28,23-29) y respetando derechos ajenos. Cosechar lealmente, teniendo en cuenta normas de caridad y generosidad (Lv 19,9s; dt 24,19-22). Roturar barbechos: respetando la tierra (Lv 26,36); o bien campos novales, no acumular sin cultivar.

10,13b-14 El pecado es semejante al de 8,14. Confiar en la fuerza militar es una especie de idolatría de consecuencias fatales. Empuja a una política de resistencia y desafío, la cual provoca al enemigo, que responde con su poder superior y aplastante. Desconocemos esa batalla de Arbel.

10,15 De madrugada: cuando apenas comienza la batalla (2 Cr 20,15; Is 17,14). El último rey de Israel, Oseas, fue encarcelado por Salmanasar V antes de comenzar el asedio de Samaría.

OSEAS. CAPÍTULO 9.

Cultos de fertilidad: ni pan ni vino.

91No te alegres, Israel,
no te regocijes como los paganos,
porque te has prostituido abandonando a tu Dios.
Vendiste tu amor en todas las eras de trigo;
2era y lagar no los alimentarán,
el vino les fallará.
3No habitarán en la tierra del Señor,
Efraín volverá a Egipto,
en Asiria comerán manjar impuro.
4No harán libaciones de vino al Señor
ni le ofrecerán sus sacrificios;
serán para ellos pan de duelo,
se contaminarán quienes lo coman.
Su pan les quitará el hambre,
pero no entrará en la casa del Señor.
5¿Qué haréis el día de la solemnidad,
el día de la fiesta del Señor?
6Pues si escapan de la catástrofe,
Egipto los recogerá, Menfis los enterrará;
ortigas heredarán su codiciada plata,
cardos crecerán en sus tiendas.
7Llega la hora de la cuenta,
llega la hora de la paga,
-que se entere Israel-,
por tu gran culpa,
por tu gran subversión.

No valen profetas ni videntes (Jr 28; Ez 13).

El profeta es un loco,
el hombre inspirado desvaría.
8El vidente de Efraín profetiza
sin contar con su Dios;
es trampa de furtivo en sus caminos,
subversión en la casa de Dios.
Se han corrompido profundamente,
como en los días de Gabá,
pero él tiene presente su culpa,
castigará su pecado.

1. Uva en el desierto.

10Como uvas en el desierto encontré a Israel,
como breva en la higuera
descubrí a vuestros padres.
Pero ellos fueron a Baal Fegor,
se consagraron a la Ignominia
y se hicieron abominables
como su idolatrado.
11Como pájaro emigra la gloria de Efraín:
no habrá parto ni embarazo ni concepción;
12aunque críen a sus hijos,
los dejaré sin descendencia,
pues ¡ay de ellos! cuando de ellos me aparte.
13Efraín...*
Efraín entrega a sus hijos al verdugo.
14Dales, Señor; ¿qué vas a darles?
Dales vientres que malparan, pechos secos.

2. En Guilgal

15Su maldad arranca de Guilgal
allí lo aborrecía;
por la maldad de sus acciones
los eché de mi casa,
no volveré a quererlos,
todos sus jefes son rebeldes.
16Herido está Efraín, su raíz está seca, no da fruto;
aunque den a luz,
mataré al amor de sus entrañas.
17Mi Dios los rechazará
por su desobediencia
y andarán errantes por las naciones.

Explicación.

9,1-7a La infidelidad se manifiesta ahora en los cultos de fertilidad. Los productos del campo son de Dios y sirven al hombre para usos profanos y sacros. A Dios ofrece el pueblo harina y libaciones (Lv 2-4), con lo cual agradece los dones recibidos y se asegura otros nuevos. Además del pan profano o neutro y el sagrado, hay otro que contamina, es decir, incapacita para el culto; tal es el compartido con extranjeros en condiciones prohibidas, el del banquete fúnebre y los alimentos excluidos por algún tabú (Lv 11,24-27; Dt 26,14s). Israel intenta asegurarse la fertilidad de los campos por medio de cultos idolátricos, con lo cual traiciona a su Dios y contamina los productos del campo. El castigo: por alejarse del Señor, será expulsado de la patria; por los cultos idolátricos, los campos rehusarán su fertilidad, lo que produzcan no será admitido en el templo de Dios. El pueblo tendrá que comer el pan de luto, por sus muertos en guerra, y el pan contaminado del destierro, y estará privado de las fiestas litúrgicas. Acabará en Egipto y la tierra prometida se volverá un erial.

9,1 Alegría y gozo pueden tener carácter público de festejo. El pecado se denuncia en la imagen recurrente de infidelidad matrimonial y amor venal.

9,2 Era y lagar: Nm 18,30; Dt 16,13; 2 Re 6,27.

9,3 La adúltera es expulsada del recinto doméstico del marido (no es condenada a muerte, como manda Dt 22,22). Como ha ido de un imperio a otro (711), terminará repartida por los dos: o fugitiva en Egipto o cautiva en Asiria.

9,4 Compárese con el rito de las primicias, Dt 26,1-11.

9,6 La catástrofe será la invasión asiria. Si los entierran en Egipto, es que no vuelven a la patria. Sepulcros en Egipto (Ex 14,11) y cardos (Is 7,23-25) en Israel forman una visión lúgubre, final.

9,7 El texto está mal conservado. Cambio el orden de dos versos.

9,7b-9 Profeta, hombre inspirado, centinela son tres títulos del mediador de la palabra divina. Pero "el profeta" oficial de Israel es falso, no cuenta con Dios (texto corregido); con sus falsos oráculos coloca trampas al pueblo. Jue 19-20 narra un caso de perversión en Gabá; pero Gabá es topónimo corriente.

          La última frase sirve de conclusión a la serie sobre la deslealtad, comenzada en 4,1

9,10-14,1 Serie histórica. Comienza en 9,10 una vasta serie histórica que, superando signos formales, alcanza hasta casi el final, 14,1. Esta serie se sobrepone a la otra ordenación formal, que abarca de 4,1 a 11,11. El orden de las piezas no es cronológico: se remonta al nacimiento de Israel (13,13), a la infancia (11,1-11), lo ve adulto (13,1-11); lo contempla en el desierto (9,10-14), en la tierra (10,1-8.11-15) y en otros momentos. Tampoco es sistemática la serie de imágenes, vegetales y animales: uva, pájaro, vid, novilla, niño, hombre. Los hechos históricos descritos o aludidos son ejemplares y fundacionales: fundan y explican actitudes presentes. Los castigos han de servir de escarmiento a la generación presente; de lo contrario, justificarán nuevos castigos. No todas las referencias se pueden identificar.

9,10-14 Una especie de pecado original fue la prostitución sagrada en Baal Fegor (Nm 25), que juntó sexo perverso y muerte violenta. Todavía prolonga su presencia. El castigo está en el plano concomitante de la fecundidad humana.

9,10 En el desierto: véanse Dt 32,10 y Ez 16. Ignominia es mote despectivo frecuente ba´al boshet, se contrapone a la Gloria del Señor. Sus amantes o devotos quedan contaminados, abominables.

9,11 La gloria de Efraín: o es el honor de la fecundidad o es la presencia del Señor (cfr. 1 Sm 4,14-22).

9,13 Es imposible sacarle sentido coherente al texto del primer verso. Teniendo en cuenta las versiones, proponen algunos: "Efraín hizo de sus hijos piezas de caza": es decir, al meterse en guerras peligrosas los hizo objeto de la cacería militar enemiga. El otro verso es paralelo; sólo que "el verdugo" podría ser también un dios a quien se ofrecen sacrificios humanos.

9,14 En forma de petición, pronuncia el profeta una maldición: ¿será mejor la esterilidad que la matanza?

9,15-17 Guilgal está asociado a los comienzos de la monarquía, bajo Saúl. De aquella "raíz" dañada brota la monarquía presente: si entonces comenzó el "odio" del Señor, ahora el "amor" se ha hecho imposible, y las relaciones terminarán en el "rechazo".

miércoles, 19 de agosto de 2015

OSEAS. CAPÍTULO 8.

Han roto la alianza (Ex 32; 1 Re 12,25-33) 

81¡Emboca la trompeta!
Que un águila se cierne sobre la casa del Señor.
Porque han roto mi alianza
rebelándose contra mi ley.
2Me gritan: "Te conocemos, Dios de Israel".
3Pero Israel rechazó el bien;
que el enemigo lo persiga.
4Se nombraron reyes sin contar conmigo,
se nombraron príncipes sin mi aprobación.
Con su plata y su oro
se hicieron ídolos para su perdición.
5Hiede tu novillo, Samaría, ardo de ira contra él.
¿Cuándo lograréis la inocencia?
6Porque ¿qué es ese toro?, ¿acaso un dios?
Un escultor lo hizo, no es dios,
se hace astillas el novillo de Samaría.

No valen alianzas ni fortalezas (Os 7,8-12)

7Siembran viento y cosechan tempestadoes;
las mieses no echan espiga ni dan grano,
y si lo dieran, extraños lo devorarían.
8Han devorado a Israel,
es ya entre las naciones un cacharro inútil.
9Pues han marchado a Asiria
como burro cimarrón.
Efraín contrata su amor;
10pues, aunque lo hayan contratado
con las naciones,
yo los atraparé, y empezarán a disminuir
por las cargas del Rey soberano.
11Porque Efraín multiplicó
sus altares para pecar,
para pecar le sirvieron sus altares.
12Aunque les dé multitud de leyes,
las consideran como de un extraño.
13Aunque inmolen víctimas en mi honor
y coman la carne, al Señor no le agradan.
Tiene presentes sus culpas
y castigará sus pecados:
tendrán que volver a Egipto.
14Israel olvidó a su Hacedor
y construyó palacios,
Judá fortificó muchas ciudades;
pues prenderé fuego a sus ciudades
y devoraré sus alcázares.

Explicación.

8,1-6 Nueva deslealtad: quebrantar la alianza. Esta exige el reconocimiento de Yhwh como Dios exclusivo y soberano de Israel, y el cumplimiento de las estipulaciones o mandamientos. Contra su reconocimiento como Dios único, está la idolatría; contra el reconocimiento como soberano, está el instituir otras autoridades sin contar con él. El profeta considera ídolo la imagen de toro de Betel (5-6), porque Yhwh no admite ser representado en figura alguna. Aunque haga declaraciones verbales (2 corregido), el pueblo no respeta las exigencias de la alianza.

8,1 El "águila" es la potencia enemiga (Hab 1,8; Ez 17,3), que se cierne sobre Israel, que es la "casa del Señor", y el profeta toca a rebato (Ez 33). Algunos corrigen "águila" y leen "como centinela".

8,3 La persecución del enemigo es consecuencia de la mala elección de Israel (cfr. Dt 28,22.45; 32,30).

8,4 Recordamos que Saúl fue nombrado con la aprobación del Señor, y que el rey Jeroboán I contó con un oráculo profético (1 Re 9).

8,5 Dos palabras son ambiguas en este verso. El primer verbo, "rechaza" (transitivo) o "hiede", repugna. El último sustantivo: "inocencia" o "impunidad". No sabemos si la ambigüedad es intencional. El novillo idolátrico provoca la ira del Señor, mientras que el pueblo sigue en su culpa, porque los sacrificios ofrecidos a esa imagen no valen para expiar.

8,6 El comienzo del texto está corrompido. Lo analizamos en sus posibles componentes, orientados por el contexto. El novillo no es dios ni puede ser imagen del Dios verdadero.

8,7-14 Continúa el tema de la infidelidad. Es deslealtad al Señor soberano hacer alianzas con otras potencias (9) o confiar la seguridad nacional a defensas militares (14), otro tanto, renegar de la ley y confiar en un culto pervertido (11-12). La conducta se vuelve contra ellos: de su prosperidad se aprovechan otros (7), su aliado los abruma con tributos (10), el culto no es aceptado (13) y las fortalezas son pasto del fuego (14). El final será volver a Egipto, es decir, desandar la historia ¿definitivamente?

8,7 El comienzo tiene aire de refrán y como tal se ha perpetuado. Es maldición trabajar para provecho ajeno (cfr. Dt 28,16-18.30.33).

8,9-10 El  nombre de Efraín, por asonancia, atrae la imagen del onagro o asno cimarrón. Las alianzas con el imperio, no menos que la idolatría, son amoríos venales, que saldrán caros; porque el emperador no procede por amor, sino por interés. El verbo "reunir" es extraño en este contexto; lo interpretamos metafóricamente, por "atrapar".

8,11-12 La multiplicidad de altares locales sirve sólo para multiplicar las culpas. Y a la multitud de leyes recibidas del Señor se les niega validez jurídica, como promulgadas por un extranjero.

8,14 Quizá sea adición todo el verso. Al menos la presencia de Judá es muy sospechosa. Am 1,7.10.

OSEAS. CAPÍTULO 7.

71Cuando cambié la suerte de mi pueblo,
cuando curé a Israel,
se descubría el pecado de Efraín
y las maldades de Samaría:
obraron de mala fe,
como ladrones que se meten en las casas
o bandoleros que asaltan en despoblado.
2Y no reflexionan que llevo cuenta
de todas sus maldades,
ya los han copado sus acciones,
las tengo delante de mí.


Conjuras de palacio (1 Re 15; 2 Re 14-16) 



3Lisonjean al rey con su maldad,

y con sus embustes a los príncipes;
4todos arden de ira, son como horno encendido
que deja de atizar el panadero
desde que amasa hasta que fermenta la pasta.
5En la fiesta del rey, con la calentura del vino,
los príncipes dan la mano a los agitadores.
6Sí, su corazón es como un horno,
su mente está tramando;
de noche se aletarga su ira,
por la mañana arde como una hoguera.
7Todos abrasan como un horno
y devoran a sus gobernantes.
Todos sus reyes van cayendo
sin que ni uno me invoque.

Alianzas funestas (Os 5,8-14) 

8Efraín se mezcla con los pueblos,
Efraín es hogaza sin volver.
9Extranjeros le han comido su vigor,
y él sin enterarse;
ya tiene los cabellos entrecanos,
y él sin enterarse.
10Su arrogancia acusa a Israel,
pero ellos no vuelven al Señor, su Dios,
a pesar de todo no lo buscan.
11Efraín es ingenua paloma atolondrada:
piden ayuda a Egipto, acuden a Asiria;
12en cuanto acudan echaré sobre ellos mi red
y los abatiré como a pájaros, los atraparé
en cuanto escuche la bandada.

Insinceros e ingratos 

13¡Ay de ellos!, que se me escaparon;
¡desgraciados!, por rebelarse contra mí.
Yo los redimiría, pero ellos me calumnian,
14y no me gritan de corazón,
sino que vociferan en sus lechos,
son devotos de Ceres y Baco
y se apartan de mí.
15Yo adiestré, robustecí sus brazos,
y ellos cavilaban contra mí.
16Se volvían a su dios, eran como arco falso.
Caerán a espada sus príncipes
por la virulencia de sus lenguas,
por sus burlas contra Egipto.

Explicación.

7,1 "Cambiar la suerte" para mejorarla. Al ser tratado el enfermo, se descubre la gravedad de la enfermedad. Añado con muchos autores "en las casas"; lo pide el texto y es tradicional antónimo de "en la calle, en despoblado".

7,2 El verbo zkr tiene aquí sentido forense.

7,3-7 Segundo ejemplo de deslealtad doble: a Dios, porque no cuentan con él en asuntos de gobierno; a los hombres, por las conjuras de palacio y los cambios de dinastía. El texto de la perícopa está mal conservado, aunque sin perturbar algunos datos claros: reyes y príncipes como actores, imágenes del campo semántico del fuego y la ira. Abundan las aliteraciones y juegos de palabras.

       La imagen del panadero y el horno sirve de hilo conductor; quizá encierre alusiones al oficio que nosotros desconocemos. El horno se prepara y se atiza, después se lo deja sin apagar ni alimentar toda la noche, y a la mañana se vuelve a atizar; todo el tiempo mantiene el calor y "algo se cuece". Hasta el momento en que la llama se alza dispuesta a consumir lo que sea. Los conjurados saben esperar el momento oportuno, aprovechan una fiesta de palacio para ponerse de acuerdo. Es un proceso fatal: cortesanos ardiendo, gobernantes devorados, reyes destronados o asesinados; y en todo el proceso nadie se acuerda de Dios. El oráculo refleja los cambios dinásticos violentos después de Jeroboán II.

7,8-12 De la política interior pasamos a la exterior. De hecho estuvieron íntimamente unidas, los cambios de dinastía seguían con frecuencia el cambio de aliado. La alternativa era Egipto o Asiria, y es probable que hubiera en Samaría dos partidos, de egiptófilos y asiriófilos. Lo errado de esa política no era equivocarse de socio, sino meterse en el juego político internacional. Eso era, siguiendo la imagen del panadero, amasarse con otros pueblos, perdiendo identidad e independencia. El resultado, una hogaza sin volver: por arriba cruda, por abajo quemada, por ambas partes estropeada.

        Una vez que el minúsculo reino de Samaría se mete en el juego de las potencias, acaba devorado, sin fuerzas y envejecido. y lo más grave, aunque normal, fue la inconsciencia con que fomentó y asistió al proceso de su desintegración.

7,10 La inconsciencia se traduce en arrogancia, o seguridad orgullosa.

7,12 La red no es mortal para la presa; quizá el atraparlos sea todavía castigo saludable.

7,13-16 La deslealtad se vuelve contra el Señor, y tiene un intenso tono personal. Si se lee sobre el fondo narrativo de Nm 14, es fácil sorprender correspondencias: la calumnia o murmuración, el llanto nocturno, el recuerdo de Egipto, los caídos. Pero el autor no siembra alusiones, su esquema es genérico. No falta la referencia a los ídolos: "Grano y Vino" divinizados (Ceres y Baco). Lo más difícil en el texto es definir el valor de las relaciones sintácticas; parecen predominar las adversativas.

7,13 Cabe la traducción en imperfecto: yo los redimía.

7,14 "En los lechos": compárese con el silencio de Sal 4,5 y el canto del Sal 149,5. El pecado puede ser la falta de sinceridad. En vez de "son devotos" (de htgrr) algunos corrigen y leen "se hacen incisiones" (htgdd).

7,16 "Su Dios", o "al Baal", corrigiendo ligeramente el texto. Es muy dudosa la frase final. Sus burlas de Egipto: serían provocaciones del partido asiriófilo. Serán la burla de Egipto: cfr. Nm 14,13s. La mención de Egipto puede ser la clave de interpretación: en Egipto los hebreos "clamaban" al Señor, él los "redimía"; ahora "llaman" a Egipto en vez de "clamar" al Señor.

sábado, 15 de agosto de 2015

OSEAS. CAPÍTULO 6.

61-Vamos a volver al Señor:
él nos despedazó y nos sanará,
nos hirió y nos vendará la herida.
2En dos días nos hará revivir,
al tercer día nos restablecerá
y viviremos en su presencia.
3Esforcémonos por conocer al Señor:
como la aurora es puntual su salida;
vendrá a nosotros como la lluvia,
como aguacero que empapa la tierra.
4-¿Qué haré de ti, Efraín: qué haré de ti, Judá?
Vuestra lealtad es nube mañanera,
rocío que se evapora al alba.
Por eso los maté con las palabras de mi boca,
los atravesé con mis profetas
y mi sentencia brilla como la luz.
6Porque quiero lealtad, no sacrificios;
conocimiento de Dios, no holocaustos.

Llevo cuenta de sus maldades

7Ellos en la tierra quebrantaron mi alianza,
allí me hicieron traición.
8Galaad es villa de malhechores,
con huellas de sangre.
9Como bandidos al acecho
se confabulan los sacerdotes;
asesinan camino de Siquén,
perpetran villanías.
10En la casa de Israel he visto algo espeluznante:
allí se prostituye Efraín, se contamina Israel.
11(También para ti, Judá, está la siega preparada).

Explicación.

6,1-3 Las palabras del pueblo suenan a conversión sincera. El remedio está en el Señor: fe, él nos remediará: esperanza; viviremos en su presencia: enmienda. Sin embargo, el profeta descubre la falsedad de tal discurso. Más que conversión sincera, es cálculo, seguridad presuntuosa que somete al Señor a ritmos y módulos cósmicos. El Señor -piensan- es como la aurora: puntual e inevitable; como la lluvia que acude a la cita con sus dones. El Señor es perfectamente previsible, y el hombre puede controlar el mecanismo de la reconciliación.

        Vivir en su presencia es gozar de su favor o proceder a su agrado. Los tres días: véase en 2 Re 20,5.8 la curación de Ezequías. A la luz del NT el verbo qwn se leerá como "resucitar". Quizá sea 3c duplicado de 5c.

6,4-6 Es como si en el Señor sobreviniera un momento de indecisión: ¿cede o resiste? Hasta que responde repitiendo y retorciendo palabras e imágenes usadas por el pueblo. En el orden agrario, son ellos como rocío o nube: no fecundos, sino pasajeros; esperaban la aurora de Dios, y llegará, para sentenciar; querían que vendase, y hiere, pedían vida, da muerte.

         Concluye con una frase lapidaria. La lealtad aquí tiene por término al Señor. Mt 9,13 la cita aplicándola a las relaciones humanas.

6,7-7,2 Primer ejemplo de falta de lealtad. Referida a Dios se puede llamar prostitución, falsedad, hacer traición, quebrantar la alianza. Referida a los hombres, engloba actitudes y acciones criminales. Y son los sacerdotes -de Betel- los directores de tales desmanes. En esas condiciones el perdón es imposible, porque falta la conversión auténtica, los culpables se hacen ilusiones (Sal 36,3); y en el acto de una posible reconciliación, queda más patente la condición pecadora. ¿Habrá una serie de alusiones sutiles a tradiciones patriarcales? ´qb Jacob, dam Edom (Esaú), Galaad gal´ed (Gn 31,47), ladrón (Gn 31,19-39), Siquén la traición, Betel.

6,7 El hebreo dice "como Adán" o "al modo humano". El contexto parece pedir una localización, por lo que muchos corrigen y leen "en la tierra" sin más precisiones, o "en Adama", localidad en el valle del Jordán.

6,8 Galaad es aquí nombre de una villa.

6,9 El primer verso es muy dudoso. Lo interpreto a la luz de Is 1,23 "socios de bandidos" y Jr 7,11 "cueva de bandoleros".

6,10 El hebreo dice "en la Casa de Israel". Por la abundancia de localidades, muchos corrigen en Bet-el o "en el templo de Israel", denunciado como idolátrico por la estatua del toro.

6,11 Parece glosa la mirada oblicua a Judá (cfr. Jl 4,13).

OSEAS. CAPÍTULO 5.

Sentencia sin apelación: no vale el culto (Jr 7,21-28; Am 5,18-26)

51Escuchadlo, sacerdotes; atended, israelitas;
casa real, oíd: Es contra vosotros la sentencia.
Porque fuisteis trampa en Mispá*,
red tendida sobre el Tabor,
2y fosa cavada en Siltín.
Yo los castigaré a todos.
3Yo conozco a Efraín,
Israel no me es desconocido;
si tú, Efraín, has fornicado,
Israel está contaminado.
4No los dejan sus acciones convertirse a su Dios,
porque llevan dentro un espíritu de fornicación
y no conocen al Señor.
5La arrogancia de Israel lo acusará a la cara,
Efraín tropezará en sus delitos
(también Judá tropezará con ellos).
6Con ovejas y vacas irán en busca del Señor,
sin encontrarlo, pues se ha apartado de ellos;
7engañaron al Señor y tuvieron hijos bastardos,
pues ahora un intruso les comerá las fincas.

No valen las alianzas (Is 30,1-7; 31,1-3) 

8Tocad la corneta en Gabá, la trompeta en Ramá,
lanzad el grito de guerra en Betavén:
"¡Que te persiguen, Benjamín!".
9Efraín se espantará cuando lo acusen.
Es seguro lo que proclamo
contra las tribus de Israel.
10Son los príncipes de Judá
como los que corren mojones,
sobre ellos derramaré mi cólera como agua.
11Oprime Efraín, quebranta el derecho,
está empeñado en seguir la idolatría.
12Pues yo soy polilla para Efraín,
carcoma para la casa de Judá.
13Cuando vio Efraín su enfermedad
y Judá su llaga,
fue Efraín a Asiria,
mandó recado al emperador,
pero él no puede curaros ni sanaros la llaga.
14Pues yo seré león para Efraín,
leoncillo para la casa de Judá.
Yo mismo haré presa y me iré,
la llevaré sin que nadie la salve.

Conversión auténtica (Jr 3,22-4,4)

15-Voy a volver a mi puesto,
hasta que se sientan reos
y acudan a mí, y en su aflicción
madruguen en mi busca.

Explicación.

5,1-7 El verso 4 liga este oráculo a los precedentes por el tema de la fornicación (4,12-19) y el conocimiento (4,4-10). Además, por la correlación de esos dos factores, es el núcleo del oráculo. En efecto, la fornicación-idolatría implica no reconocer al Señor como Dios celoso, que no admite rivales. La pasión fornicaria lleva a la infidelidad. Su consecuencia es doble: los hijos que nacen son bastardos (Eclo 23,22s), las cosechas las consume un advenedizo.

        Se añade un agravante: la arrogancia en el pecado (cfr. Sal 19,14 con otro término). Es el pecado a conciencia, contando quizá con un perdón fácil; ofreciendo expiaciones rituales que permitan seguir pecando impunemente (cfr. Jr 7,9-11). El resultado es una actitud compleja que impide la vuelta, la conversión sincera. * = Atalaya.

5,1a Se dirige al pueblo con sus dirigentes civiles y religiosos. La casa real había protegido el culto de Betel, a Yhwh en imagen de toro, "haciendo pecar" a Israel (1 Re 14,16 y más de veinte veces); los sacerdotes habían oficiado. Se deduce que ambos habían tolerado el culto local a Baal.

5,1b-2 No sabemos que función particular desempeñaron las tres localidades mencionadas; quizá fueran centros de culto idolátrico. El autor los describe en imagen cinegética, de trampa, red y zanja.

5,3 Efraín era una tribu importante del reino septentrional; Oseas lo toma como equivalente a Israel. El Señor lo conoce, no se desentiende, conoce su situación y conducta.

5,4 Convertirse es "volver", verbo conductor de esta parte del libro.

5,5 Ellos mismos se han puesto la trampa y se han cavado la fosa. Una glosa mete en escena a Judá.

5,6 "Alejado": el verbo hebreo es término técnico del levirato: rito por el que renuncia a tomar por esposa a la viuda de su hermano. No es seguro que suene aquí dicha connotación matrimonial.

5,7 "Intruso": dudoso.

5,8-6,6 Es muy difícil señalar los límites y entender el sentido de estos versos; las dos cosas son correlativas. Un dato indubitable es la presencia simultánea de Efraín y Judá en 12.14 y 4. También está claro el fracaso de dos intentos sucesivos de curación: acudir al emperador de Asiria (13) y acudir con presunción al Señor.

          Intento describir así el proceso dialéctico de estos versos. Después de una introducción (8-9), se presentan el pecado y castigo de Judá (10), el pecado de Efraín (11) y el castigo de ambos (12); en vista de las heridas sufridas o la enfermedad causada por Dios, ambos acuden por remedio humano al emperador de Asiria (13ab); el intento ha sido un agravante, y el auxilio fracasa, porque el asirio no puede curar y porque Dios interviene de nuevo sin admitir oposición (13c-14). Entonces el Señor se marcha y se pone a esperar que acudan a él (15); efectivamente, los dos reinos acuden ahora seguros y confiados al Señor (6,1-3). ¿Los acogerá? -No puede ser, porque la conversión es interesada y ritualista.

5,8-9 La introducción parece concentrarse primero en zona benjaminita: Gabá (¿la de Saúl?, Ramá, patria de Benjamín, Betel; después se extiende al vecino Efraín, en cuyos límites se encuentra Samaría; finalmente, a las tribus de Israel. Las órdenes se pueden entender como toque de alarma militar o como convocación a la asamblea (Nm 10; 1 Re 1,34; 2 Re 9,13; 11,14). Lo que sigue es un pleito o un juicio del Señor.

5,10 Mover linderos para ensanchar las posesiones a costa del vecino es delito: Dt 19,14; 27,17; cfr. Prov 22,28; 23,10. La forma de comparación sugiere una actividad equivalente, anexiones fraudulentas, abuso de los poderosos (cfr 1 Re 21). Sobre esas tierras robadas y sobre sus ilegítimos propietarios derramará el Señor una lluvia fatídica: su cólera. No acusa a Judá de idolatría.

5,11 El texto hebreo presenta a Efraín como víctima; cambiamos la vocalización para hacerlo sujeto activo. Su delito es doble: injusticia e idolatría (corrigiendo el complemento).

5,12 Polilla y carcoma actúan desde dentro, con lenta eficacia (cfr. Sal 39,12).

5,13 Los culpables sienten la herida sin buscar la causa; la ven como daño, no como síntoma (cfr. Sal 38,2-9).

5,14 El león asalta desde fuera y arrebata la presa (cfr. IS 5,29).

5,15 El Señor abandona la iniciativa y se pone a la espera: quizá recapaciten los israelitas. Apretados por la necesidad, abreviarán la espera y "madrugarán" para buscar al Señor (Sal 63,2): la mañana es la hora del favor divino.